
Consecuencias
Las consecuencias de vivir sin el padre son múltiples y negativas para los niños, y a la larga para las sociedad en que viven, es por esto, como dijimos anteriormente, que los norteamericanos se han lanzado a la investigación de estas consecuencias. En Estados Unidos más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio, lo que implica que aproximadamente la mitad de los hijos se encuentran distanciados de sus padres.
Aunque la madre y el padre pueden ser igualmente receptivos y afectuosos, se ha comprobado que interactúan con los hijos de manera distinta, y que esto es notorio en los primeros años de vida de los niños. Mientras las madres enfatizan el cuidado y la cautela, los padres acentúan el juego. De esta forma, los hombres estimulan la competencia, el desafío, la iniciativa y la independencia en sus hijos.
